jueves, 18 de junio de 2009

Home: Excelente documental sobre el planeta

El cineasta y productor Luc Besson y el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand se han unido para crear "Home", un excelente documental que pretende ser un fiel reflejo sobre el estado del planeta y mostrar al mundo entero soluciones sostenibles. Este filme, lanzado de forma gratuita el 5 de junio del 2009, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, ha sido cedido por sus autores, para que el mundo entero lo pueda apreciar en los principales idiomas y formatos. El objetivo es llegar a la audiencia más amplia posible y convencernos sobre nuestra responsabilidad individual y colectiva hacia el planeta.
Es un tremendísimo aporte al conocimiento y nos muestra las terribles enfermedades por las que atraviesa nuestro planeta tierra. Las imágenes aéreas en helicópteros y aviones, en alta definición, muestran el planeta tierra como nunca jamás lo imaginamos. Este documental sorprenderá con los maravillosos sitios naturales de Brasil, Kenia, Islandia, Rusia, Australia, China, India y Canadá, entre otras naciones.
El mensaje en esta película es muy importante porque pone de relieve una cuestión tan importante como es la de la supervivencia. Es una visión hermosa y contradictoria del planeta visto desde el cielo.
Los datos sobre el problema del calentamiento global, han sido abordados de una forma sencilla, que cualquier persona puede entender. Y las posibles soluciones son un rayo de luz en la oscuridad para cualquier ecologista y defensor de la vida. En los 200.000 años que llevamos los hombres sobre la Tierra hemos roto el equilibrio que durante casi cuatro mil millones de años de evolución se había establecido en el planeta. El precio que debemos pagar es alto, pero es demasiado tarde para ser pesimistas: la humanidad dispone apenas de diez años para invertir la tendencia, darse cuenta del grado de espolio de la riqueza de la Tierra y cambiar su modelo de consumo. El documental nos enseña lo que puede hacer la mano del hombre que se empeña en destruir su propio "HOGAR" sin darse cuenta de la magnitud de su poder destructivo (título de la película en inglés "HOME"). Nuestra sociedad es materialista y consumista .Si queremos a nuestros hijos debemos concienciarnos para consumir solo lo necesario. Ellos merecen en el futuro poder disfrutar como nosotros de las maravillas de la Tierra.
Este documental es un alegato a favor de planeta y de la vida. Por favor difúndelo entre sus amigos.
"Nadie entiende, lo que ignora"
"o.. lo que no quiere entender".
Este documental a través de una realidad jamás antes filmada y lograda tan magistralmente, no les dejará indiferentes... Aviso: Se podrá ver gratis en youtube hasta el 14 de junio.
LES INVITO A VER:
HOME

http://www.youtube.com/homeprojectes

Maika Etxarri

miércoles, 3 de junio de 2009

La pequeña Alma

Había una vez pequeña Alma que dijo a Dios:
- ¡Ya sé quien soy!

Y Dios le contestó:
- ¡Maravilloso! ¿Quién eres?

La pequeña alma contestó a toda voz.
- ¡Soy la luz!

Dios sonrió ampliamente:
- Así es – exclamó - Tú eres la Luz.

La pequeña alma estaba feliz, porque había comprendido lo que todas las almas del Reino trataban de entender.
-¡Hurra! ¡Esto es fantástico!

Pero, poco después, ya no le bastó con saber quién era. Sentía cierta inquietud en su interior, porque quería ser lo que era.
Así, la pequeña alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las almas que quieren ser Quienes Son Realmente), para comunicarle sus ideas:
-¡Hola, Dios! Ahora que ya sé quién soy, ¿es bueno serlo?

Dios respondió:
-¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?

-Pues…, verás. Una cosa es saber Quién soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir cómo es ser la Luz.

-Pero si ya eres la Luz -repitió Dios, sonriendo otra vez-.

-¡Sí, pero quiero saber cómo se siente serlo! -exclamó la pequeña alma.

-Creo que debí imaginármelo -repuso Dios, riendo-. Tú siempre has sido la más aventurera- y, tras un instante, la expresión de Dios cambió- Pero, hay una cuestión…

-¿Qué es? preguntó la almita.

-…Que no existe otra cosa además de la Luz. No creé otra cosa que lo que tú misma eres. Así, no hay un modo sencillo para que experimentes Quién eres, puesto que no hay nada que no seas.
-¿Cómo?- repuso la Pequeña Alma inocente. Estaba un poco confundida.

-Piénsalo de este modo. Eres como una vela en el Sol. Ya estás allá, junto con millones y millones de otras velas que forman el Sol. Y el sol no podría serlo sin ti, porque le faltaría una de sus velas, y así no podría brillar tanto. Pero saber que eres la Luz estando dentro de la Luz…, ése es el problema.

-Tú eres Dios, ¡ya se te ocurrirá algo!

Dios volvió a sonreír:
-Ya pensé en algo. Puesto que no puedes sentirte la Luz al estar en ella, te rodearé de oscuridad.

-¿Qué es la oscuridad?

-Es aquello que tú no eres.

-¿Tendré miedo de la oscuridad?- gimió la almita.

-Sólo si así lo quieres- respondió Dios- A decir verdad, no hay nada que temer, a menos que así lo decidas. Nosotros inventamos todo eso. Fingimos.

-¡Ah!- exclamó la pequeña alma, que ya se estaba sintiendo mejor.

Entonces Dios explicó que, para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.
-Ese es un gran don, porque sin él no podrías conocer cómo es todo lo demás. No podrías saber qué es lo Caliente sin lo Frío, el Arriba sin el Abajo, lo Rápido sin lo Lento. No podrías saber qué es la Izquierda sin la Derecha, el Acá sin el Allá, el Ahora sin el Después. Y así - concluyó Dios -, al verte envuelta en la oscuridad, no cierres el puño ni alces la voz para maldecirla. Más bien, sé Luz entre las tinieblas, y no te enojes por ello. De ese modo sabrás Quién Eres realmente, y también los demás lo sabrán. Permite que tu luz brille para que todos sepan que eres alguien muy especial.

-¿Quieres decir que está bien que los demás sepan que soy alguien muy especial?- inquirió la Pequeña Alma.

-¡Por supuesto! -rió Dios- ¡Está muy bien! Pero recuerda que “especial” no quiere decir “mejor”. ¡Todos son especiales, cada uno a su modo! Pero hay muchos que no lo recuerdan. Entenderán que está bien que sean especiales sólo cuando tú mismo sepas que está bien ser especial.

- ¡Fantástico! -exclamó la almita, quien bailaba, reía y daba saltos de felicidad- ¡Puedo ser todo lo especial que quiera!

- Sí, y puedes serlo a partir de ahora mismo -agregó Dios, quien bailaba y saltaba y reía con la pequeña Alma- ¿Qué parte de lo especial quieres ser?

- ¿Qué parte de lo especial? No te entiendo.

- Verás… -le explicó Dios- : ser la Luz es ser especial, y eso está hecho de muchas partes. Ser generoso es ser especial. Ser amable es ser especial. Ser creativo es ser especial. Ser paciente es ser especial. ¿Se te ocurren otros modos de ser especial? La pequeña Alma quedó en silencio por un instante:

- ¡Se me ocurren muchas formas de ser especial! -exclamó luego- Es especial ayudar a los demás. Es especial compartir. Y ser amistoso también es ser especial. ¡Ser considerado con los demás es ser especial!

- ¡Así es! -concordó Dios- Y tú puedes ser todas esas cosas, o cualquier otra parte de lo especial que desees ser, en cualquier momento. Eso significa ser la Luz.

- ¡Ya sé lo que quiero ser! -anunció la Pequeña Alma, muy emocionada- Quiero ser la parte de lo especial llamada “perdonar”. ¿No es especial perdonar?

- Oh, sí -aseguro Dios- Eso es muy especial.

- Entonces, eso quiero ser. Quiero perdonar. Quiero experimentarme a mí misma de ese modo.

- Bien -dijo Dios- Pero hay algo que debes saber. -La Pequeña Alma comenzaba a impacientarse. Parecía que siempre había complicaciones.

- ¿De qué se trata? -suspiró.

- No hay nadie a quien perdonar.

-¿Nadie? -la Pequeña Alma apenas podía creer lo que estaba oyendo.

-¡Nadie! -repitió Dios- Todo cuanto hice es perfecto. No hay una sola alma en toda la Creación que sea menos perfecta que tú. Mira a tu alrededor.

Entonces, la Pequeña Alma se dio cuenta de que se había reunido una gran multitud. De todo largo y ancho, de todos los rincones del Reino, habían venido almas porque se había corrido la voz de que la Pequeña Alma sostenía una extraordinaria conversación con Dios, y todos querían oír lo que decían. Viendo a las incontables almas reunidas, la almita tuvo que coincidir: nadie parecía ser menos maravilloso, menos magnífico o menos perfecto que ella misma. Tal era el esplendor de las almas reunidas y tan brillante era su Luz, que la Pequeña Alma apenas podía sostener su mirada.

-¿A quién perdonar entonces? -preguntó Dios.

-¡Oh, creo que esto será muy aburrido! -gruñó la almita- Quería experimentarme como El Que Perdona. Quería saber cómo es esa parte de lo especial.

Y, así, supo cómo es estar triste. Pero, entonces, un Alma amistosa salió de entre la multitud:

- No te preocupes Pequeña -le dijo- Yo te ayudaré.

-¿De verdad? -replicó, con el rostro iluminado- ¿Pero qué puedes hacer?

- Puedo darte a alguien para que lo perdones.

-¿Puedes?

- ¡Desde luego! -canturreo el Alma amistosa- Puedo ir a tu siguiente vida y hacer algo para que lo perdones.

- Pero…, ¿por qué habrías de hacerlo? -preguntó la Pequeña Alma- ¡Tú que eres un Ser de tan absoluta perfección! ¡Tú que vibras con gran rapidez creando una luz tan brillante que apenas puedo verla! ¿Qué podría hacer que frenaras tu vibración hasta que tu luz se hiciera oscura y densa? ¿Qué podrías hacer tú, que eres tan ligera como para bailar en las estrellas y desplazarte por el Reino a la velocidad del pensamiento, entrarás a mi vida y te volverás pesada como para hacer una cosa tan mala?

- Es muy fácil -repuso el Alma Amistosa- Lo haría porque te amo.

A la Pequeña Alma le sorprendió la respuesta.

- No te asombres -le dijo el Alma Amistosa- Tú hiciste lo mismo por mí. ¿No lo recuerdas? Hemos bailado juntas muchas veces, por Eones y Eras. Durante todos los tiempos y en muchos lugares hemos jugado juntas. Simplemente, no lo recuerdas. Ambas hemos sido todas las cosas. Ya fuimos el Arriba y el Abajo, la Izquierda y la Derecha. Fuimos el Acá y el Allá, el Ahora y el Después, fuimos lo Masculino y lo Femenino, lo Bueno y lo Malo. Tú y yo fuimos la Víctima y el Villano.

-Así, nos hemos reunido muchas veces -continuó- la una dando a la otra la oportunidad exacta y perfecta para expresar y experimentar Quienes Somos Realmente.

De ese modo -añadió el Alma Amistosa- llegaré a tu próxima vida y seré el “malo”. Haré algo realmente terrible; y, entonces, podrás experimentarte como El Que Perdona.

-¿Qué harás? -preguntó la Pequeña Alma, un poco nerviosa- ¿Qué puede ser tan terrible?

- ¡Oh!, ya pensaremos en algo -replicó el Alma amistosa, con un guiño. Segundos después, pareció tornarse muy seria y murmuró: - Tienes razón en algo.

-¿En qué? -quiso saber la almita.

- Tendré que frenar mi vibración y hacerme muy pesada para hacer ese algo no tan bueno. Fingiré que soy alguien muy distinto a Quien Realmente Soy. Por eso, te pediré un favor a cambio.

- ¡Sí, lo que quieras! -exclamó la Pequeña Alma, y comenzó a cantar y bailar- ¡Podré perdonar, podré perdonar! -Pero notó que el Alma Amistosa seguía muy callada. --¿Qué quieres? -le preguntó- ¿Qué puedo hacer por ti? ¡Eres todo un ángel por estar dispuesta a hacer tal cosa por mí!

- ¡Claro que el Alma Amistosa es un Ángel! -interrumpió Dios- ¡Todos lo son! Siempre recuerda eso: que sólo os envío Ángeles.

Y así, la Pequeña Alma quiso, más que nunca, satisfacer la petición del Alma amistosa:
- ¿Que puedo hacer por ti? -volvió a preguntar.

- En el momento que te golpee y te despedace -repuso el Alma Amistosa-, cuando te hago lo peor que pudieras imaginarte, en ese mismo instante…

- ¿Qué? -interrumpió la Pequeña Alma- ¿Qué…?

El Alma amistosa está aún más seria:
- Recuerda Quién Soy Realmente.

-¡Sí, así será! -exclamó el Alma Inocente- ¡Te lo prometo! Siempre te recordaré tal y como te veo aquí y ahora.

- Muy bien -repuso el Alma Amistosa-, porque pondré tanto empeño en fingir, que olvidaré Quién Soy. Y si tú no me recuerdas Como Soy Realmente, no podré acordarme durante mucho tiempo. Y si olvido Quién Soy, incluso tú olvidarás Quién Eres, y las dos estaremos perdidas. Entonces, necesitaremos que venga otra alma para que nos recuerde a ambas Quiénes Somos.

- ¡No, no será así! -prometió otra vez la Pequeña alma- ¡Te recordaré! Y te agradeceré por darme ese don, la oportunidad de experimentarme como Quién Soy.

Así acordaron, y La Pequeña Alma fue hacia una nueva vida, emocionada por ser la Luz, que era muy especial, y por ser esa parte de lo especial que se llama Perdonar. Y esperó ansiosamente poder experimentarse como Perdón y agradecer lo que hiciera la otra alma para que fuera posible. En todo momento de esta vida, cada vez que apareció en escena una nueva alma, ya fuera que trajese felicidad o pesar (y especialmente si traía pesar), la Pequeña Alma pensó en lo que Dios le dijo:

“Siempre recuerda que no os envío más que Ángeles.”

lunes, 1 de junio de 2009

Robbie Williams- Angels




ME SIENTO Y ESPERO. ¿UN ÁNGEL CONTEMPLA MI DESTINO?
¿Y SABEN ELLOS LOS LUGARES ADONDE VAMOS CUANDO SOMOS CANOSOS Y VIEJOS? PORQUE ME HAN DICHO QUE LA SALVACIÓN LES PERMITE DESPLEGAR SUS ALAS. POR ESO CUANDO ESTOY ACOSTADO EN MI CAMA, CON PENSAMIENTOS CORRIENDO POR MI CABEZA, Y SIENTO QUE EL AMOR ESTÁ MUERTO, EN VEZ DE ESO AMO A LOS ÁNGELES.
Y A TRAVÉS DE TODO, ELLA ME OFRECE PROTECCIÓN, UN MONTÓN DE AMOR Y AFECTO, AUNQUE ESTÉ BIEN O MAL.
Y HACIA ABAJO, POR LA CASCADA DONDEQUIERA QUE ME LLEVE, SÉ QUE LA VIDA NO ME ARRUINARÁ.
CUANDO LLEGUE EL MOMENTO, ELLA NO ME ABANDONARÁ, EN VEZ DE ESO AMO A LOS ÁNGELES.
CUANDO ME SIENTO DÉBIL, Y EL DOLOR CAMINA EN UNA SOLA DIRECCIÓN.
MIRO HACIA ARRIBA, Y SÉ QUE SIEMPRE SERÉ BENDECIDO CON AMOR, Y A MEDIDA QUE EL SENTIMIENTO AUMENTA, ELLA LE OTORGA CARNE A MIS HUESOS, Y CUANDO EL AMOR ESTÁ MUERTO EN VEZ DE ESO AMO A LOS ÁNGELES.
Y A TRAVÉS DE TODO, ELLA ME OFRECE PROTECCIÓN, UN MONTÓN DE AMOR Y AFECTO, AUNQUE ESTÉ BIEN O MAL.
Y HACIA ABAJO, POR LA CASCADA DONDEQUIERA QUE ME LLEVE, SÉ QUE LA VIDA NO ME ARRUINARÁ.
CUANDO LLEGUE EL MOMENTO, ELLA NO ME ABANDONARÁ, EN VEZ DE ESO AMO A LOS ÁNGELES.

Maika Etxarri

Charla de José María Doria en Pamplona

El pasado jueves, 28 de mayo, tuve el placer de acudir a una charla impartida por José María Doria.
Para los que no pudieron acudir y pudieran estar interesados en sus enseñanzas, os informo de que uno de los alumnos de José María Doria que acaba de finalizar el primer nivel,Raúl Hernandez, y algunos de sus compañeros pamploneses de promoción, van a comenzar a impartir prácticas y charlas inspiradas en la visión Transpersonal de La Escuela. Dichas actividades se realizarán en un centro que Raúl inaugurará en breve y al que José María espera acudir en alguna ocasión anual para apoyar lo que estima será su interesante labor.
La charla fluyó como un torrente de información, inspiración, intuición, conocimiento, experiencia personal...Habló de conciencia, del despertar de una nueva inquietud por superar la mente, de la necesidad de caminar hacia un estadio superior llamado espíritu, de la universalidad del presente, su infinitud, del amor que en el fondo somos, de la ilusión del espacio, de la luz que brota de cada ser humano... en fin, palabras y silencios con profundo sentido. Un deleite colgarse en su discurso.
Gracias José María
http://www.jmdoria.com/

Y llené mis manos de estrellas para iluminar mi universo