viernes, 13 de noviembre de 2009

Podría hundir la mano en mi pecho y pederla para siempre en sus abismos.
Tocar lo que allí habita sería un alivio...confirmar que existe...aprender a curarlo.

Se ha perdido mi mano en los pliegues del alma.
Afanosa, implacable va borrando memoria.
Barre por los rincones y los llena de calma.
Trabaja infatigable, alegre y silenciosa.

Se ha perdido mi mano y la siento gozosa.
Recompone pedazos de dulces historias
que jamás existieron y que serán ahora,
cuando el alma curada puede vivir su gloria.

Tomar entre mis dedos los hilos de esta vida y enlazarlos allí donde estuvieran
sueltos...igual que una niña va tejiendo pulseras, combinando colores simplemente por gusto.

Jugar la vida con el alma limpia...qué alivio, qué diversión, qué gozo.

Mi mano entretenida, ligera, juguetona...
niña escribiendo cuentos
cuentos dictando vida.

Mi mano allí perdida
bálsamo y caricia.
He visto brotar claveles negros
en la palma de mis manos.

Mis manos,
extendidas contra el cielo
denunciando la razón.
Mis manos,
acariciando la hierba
en ausencia de su piel.

Mis manos,
cerradas haciendo del silencio un grito.
Mis manos,
la sombra perpetua de su pasión.

Mis manos,
empujando las alas de las mariposas
que habitan mi estómago.
Mis manos,
fabricando armas
para combatir la oscuridad.

Quemar el deseo de mis manos
en un anafre de carbón vegetal,
y con su aroma
hacer nacer el viento.

Así fue la creación de la tierra,
cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra,
que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua
. (Popol Vuh)

Mis manos,
transitando la ruina
que lloran mis ojos.

Mis manos,
arrasarán la herencia de la tierra.

Y llené mis manos de estrellas para iluminar mi universo