Podría hundir la mano en mi pecho y pederla para siempre en sus abismos.
Tocar lo que allí habita sería un alivio...confirmar que existe...aprender a curarlo.
Se ha perdido mi mano en los pliegues del alma.
Afanosa, implacable va borrando memoria.
Barre por los rincones y los llena de calma.
Trabaja infatigable, alegre y silenciosa.
Se ha perdido mi mano y la siento gozosa.
Recompone pedazos de dulces historias
que jamás existieron y que serán ahora,
cuando el alma curada puede vivir su gloria.
Tomar entre mis dedos los hilos de esta vida y enlazarlos allí donde estuvieran
sueltos...igual que una niña va tejiendo pulseras, combinando colores simplemente por gusto.
Jugar la vida con el alma limpia...qué alivio, qué diversión, qué gozo.
Mi mano entretenida, ligera, juguetona...
niña escribiendo cuentos
cuentos dictando vida.
Mi mano allí perdida
bálsamo y caricia.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
Jugar con el alma limpia, como cuando fuimos niños. No estaría mal...una mano juguetona puede hacer risas, limpiar olvidos y hacer cosquillas en la piel..de los amigos.
Un saludo Amaia.
Gracias por participar en este rincón. Desde tu blog cuentas mucho y bonito. Me ha gustado leerte.
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